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  • El día que Garzón me presentó a Valverde

    El día que Garzón me presentó a Valverde

    En diciembre de 1977 Javier Castroviejo organizó un congreso de zoólogos en Huelva. Hacía dos años que había sucedido a José A. Valverde al frente de la Estación Biológica de Doñana (EBD), tras abandonar éste por motivos de salud la dirección del centro de investigación y del parque nacional que había creado en 1964.

    Entre las joyas que conservo en mi biblioteca está el grueso tomo de 900 páginas de las Actas de aquella reunión. Reiteradas veces propuse, sin éxito, vender a alguna institución mi biblioteca, por menos de lo que me costó, a cambio de digitalizar y difundir por Internet obras raras y agotadas como ésta. A ver si algún día alguna se anima.

    Castroviejo reunió a destacados investigadores y naturalistas. Llevaba yo desde abril de 1976 trabajando en El País, diario que desde el 4 de mayo de 1976, día en que salió su primer número, fue el medio más influyente en la decisiva transición a la democracia que se estaba operando en España tras cuarenta años de dictadura. Por ese motivo, Javier Castroviejo me invitó al congreso. Como enviado especial del periódico publiqué cuatro crónicas. La Ecología, epígrafe que se colocaba al inicio de mis artículos, era tema novedoso. Hacía apenas un año que lo había instaurado en El País. Las crónicas salieron con los siguientes titulares:

    Valverde con A. Salvador en Doñana durante la Reunión de La Rábida de 1977. Al fondo la periodista Teresa Vicetto con, Isabel Bermejo.

    El País, 6 diciembre de 1977 – Congreso iberoamericano de zoólogos

    “Durante los días 10 al 15 de diciembre tendrá lugar en La Rábida, Huelva, la I Reunión Iberoamericana de Zoólogos de Vertebrados, organizada por la Universidad Hispanoamericana, la EBD del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y el Centro Iberoamericano de Cooperación” (…)

    El País, 13 diciembre de 1977 – I reunión iberoamericana de zoólogos

    Los periodistas Benigno Varillas y Teresa Vicetto en Doñana durante la reunión de La Rábida de 1977. (Fotos: Jesús Garzón)

    “La reunión que se celebra en La Rábida fue abierta con la intervención del doctor José Antonio Valverde, creador de la reserva de Doñana y ex director de la misma. (…) Entre las intervenciones de los primeros días han destacado las del naturalista Jesús Garzón, que presentó un informe sobre la importancia ecológica de la sierra del Tajo, en Cáceres, volviendo a ponerse de manifiesto la necesidad de constituir una reserva biológica en esta zona (…) En esta reunión de zoólogos hispanoamericanos se presentarán 78 comunicaciones”. 

    Jesús Garzón en primer plano y José A. Valverde al fondo, en las I Jornadas sobre el lobo Ibérico de Salamanca, en 1987. (Foto: Benigno Varillas)

    Fue Jesús Garzón, a quien conocía desde la reunión de Valsaín, en junio de 1977, quien me presentó a Valverde, en pleno campo, durante la excursión de los congresistas a Doñana. Tenía mucho interés en que le saludara, pero no supe aprovechar la oportunidad que se me brindaba. No sería hasta 1992 cuando le empecé a tratar, cuando Valverde me pidió le ayudara a publicar sus libros sobre el oso pardo, la moral biomásica y sus memorias, que edité en siete tomos tras su fallecimiento en abril de 2003, pero no así los dos primeros, que, como las actas mencionadas, serían joyas en esa Biblioteca Virtual «Félix Rodríguez de la Fuente» que planeo. Félix había sido invitado a la reunión de La Rábida y respondió que con gusto haría la aportación sobre el halcón peregrino que le pedían, pero al final no asistió. Estaría ocupado en el montaje de la tercera serie de su programa de televisión El Hombre y la Tierra, o tal fue otro el motivo.

    Una de las páginas del índice de ponencias de la I Reunión Iberoamericana de Zoólogos de Vertebrados de 1977.

    De las 78 ponencias presentadas, Garzón era coautor en tres, una sobre el gato montés, otra sobre el turón y una más sobre el oso, además de un intervención sobre la urgencia de parar la destrucción que se estaba haciendo en aquellos precisos momentos, al estar el Ministerio de Agricultura desmontando el monte mediterráneo con excavadoras para plantar eucaliptos en lo que hoy es el parque Nacional de Monfragüe.

    Javier Castroviejo en Doñana con uno de los congresistas, el gran ornitólogo argentino Olrog, durante la reunión de La Rábida de 1977. (Foto: Benigno Varillas)

    El País, 15 diciembre de 1977: España reserva de fauna de Europa

    «Es la primera vez que se celebra una reunión de estas características», manifestó a EL PAIS, el doctor Javier Castroviejo, director de la EBD quien añadió: «Tenemos en España la fauna más interesante de Europa occidental”. (…) 

    El País, 16 diciembre de 1977 – Concluye la reunión de zoólogos

    “La primera reunión iberoamericana de zoólogos se clausuró ayer (…) El doctor Valverde fue el encargado de resumir los doce trabajos en el tema de Ecología. (…) Entre otras cuestiones se insiste a los Gobiernos en regular el tráfico de animales”. 

    La reunión de La Rábida me permitió conocer también al paleontólogo vasco Jesús Altuna, con quien compartí mesa, con él y con Garzón, durante los días de aquel congreso.

    Nunca un joven de 24 años pudo soñar tener a esa edad cerca tantos maestros. Pero no fue, hasta hace solo 12 años, que vislumbré lo que significa el Paleolítico, aquella época en la que el ser humano era libre y uno más en la urdimbre de la vida, y entendí el interés por la naturaleza y la vida salvaje. Más vale tarde que nunca, dice el proverbio.

    (En el libro «Luchar lo Libre» (Ver: https://elcarabo.com/luchar-lo-libre-1/) amplío con detalle esta información sobre el trepidante año de 1977, donde el ecologismo tuvo la oportunidad de cambiar la historia y ni supo verlo).

  • El titular que deshizo el apoyo de BV a Suso Garzón en 1987

    El titular que deshizo el apoyo de BV a Suso Garzón en 1987

    Jesús Garzón y Benigno Varillas en una reunión en 2007.

    A veces un titular imprevisto echa por tierra toda una labor de apoyo bienintencionada. Fue el caso de este artículo, publicado por Benigno Varillas en la última página de contraportada del diario El País, con fecha de  7 de marzo de 1987.

    Estaba Suso acosado por algunos políticos de la Junta de Extremadura que le querían quitar del cargo de director general de Medio Ambiente y decidí escribir un artículo que dejara claro quién era y en qué medida se le apoyaba desde el entonces más poderoso medio de comunicación de España.

    Salir en «la última» del diario El País en los años 70 y 80 consagraba al que fuera tratado como un héroe y mandaba al infierno al que se le desvelara como un villano.

    Cometí la torpeza de redactar un subtítulo demasiado largo y cuando tocó maquetarlo la redactora que estaba de guardia, quitó el que yo había escrito y puso otro que al día siguiente fue blandido en una reunión de consejeros de la Junta de Extremadura diciendo, «veis, hasta El País afirma que Garzón no vale para político», ignorando lo que yo escribí en el texto, con lo que en lugar de servirle el salvavidas para que no le hundieran, le dio en toda la cabeza y lo acabó de hundir del todo.

    No digo que el cese de Garzón fuera culpa mía, y ni siquiera de la redactora (Quina Prades) a la que se le ocurrió el subtitulo en ausencia mía, cuando yo ya me había ido de la redacción y ella se quedó de guardia para ayudar a los maquetistas a encajar los textos si faltaba o sobran alguna línea o palabra para ajustar la maqueta.

    Quina redactó el subtitulo «Un ecologista que no vale para político» como un piropo, en el sentido de que aún quedaran en este mundo personas tan íntegras que no servían para las luchas intestinas que se traen los políticos para acceder al poder. Pero la brevedad de la línea permitía otra lectura, de que Suso no servía, literalmente. He aquí el texto:


    Jesús Garzón Heydt

    Un ecologista que no vale para político

    Benigno Varillas, Madrid, 7 de marzo de 1987.

    «El nombramiento de Jesús Garzón como director general del Medio Ambiente de Extremadura fue recibido en el movimiento ecologista como la más clara manifestación de la voluntad del PSOE de asumir la filosofía de protección de los recursos naturales. Año y medio después de ocupar su cargo, Garzón, conocido por su espíritu indomable, ha presentado su dimisión. La burocracia y las malas artes de algunos políticos le tienen maniatado y su esperanza de que algo cambiara en la gestión de la naturaleza parece frustrarse. La Junta de Extremadura, no obstante, ha rechazado su dimisión

    Este hombre de 38 años, que eleva su mirada de niño inocente por encima de los 1,80 metros, es la única persona cuya opinión ha sido siempre acatada por los cientos de grupos de defensa de la naturaleza. Su gran experiencia de campo hace que su voz se imponga en las tumultuosas asambleas y congresos de los conservacionistas. Por algo es el naturalista más legendario de Europa. Así se le reconoció en el homenaje que le hizo la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), organización que agrupa a 58 Estados y más de 500 entidades no gubernamentales, en su último congreso, en agradecimiento por su tenaz protección de la naturaleza ibérica.

    La figura mítica de Garzón nació cuando Félix Rodriguez de la Fuente transcribió en una de sus obras de divulgación el, en sus palabras, «único estudio serio sobre el lince, de enorme valor, escrito por el joven naturalista Jesús Garzón Heydt» Era el año 1971, poco después de que Garzón hubiera abandonado la facultad de Biología de Madrid para estudiar la naturaleza en el campo. A partir de entonces, las águilas, los osos, los buitres, los linces, los urogallos fueron sus maestros, junto con la gente del campo, pastores, artesanos y tramperos. De Pirineos a Doñana, de los Ancares a Gredos, del mar Cantábrico a los montes de Toledo, no quedó espacio de valor ecológico que no fuera hollado por Garzón.

    Su paso del estudio de la naturaleza a la lucha por la conservación ocurrió en 1975. Estaba elaborando un informe para la UICN sobre la fauna de lo que hoy es el parque natural de Monfragüe, en Cáceres, un valle en el que pululan más de 300 especies de vertebrados. Un día, la paz de los bosques de encinas y madroños se vio interrumpida por atronadoras máquinas excavadoras que de buenas a primeras comenzaron a roturar aquellas sierras para plantar ecucaliptos.

    Garzón inició una intensa batalla para salvar un espacio natural, objetivo que consiguió al cabo de tres años. Este éxito no fue ajeno a su nombramiento como director general del Medio Ambiente poco después de que los socialistas llegaran al poder en Extremadura. El político que fue capaz de convencer a Garzón para que abandonara su envidiada libertad y se sentara en un despacho fue Juan Serna, consejero de Obras Públicas, que hace siete meses dimitió de su cargo por su oposición a las centrales nucleares. La noticia de que el hombre que se pasaba la vida correteando por las sierras y los llanos, durmiendo bajo las estrellas, acechando al lobo o siguiendo el rastro de la nutria iba a encerrarse entre cuatro paredes provocó sorpresa. «Merece la pena», repetía Garzón a los incrédulos, “es como luchar a caballo después de haberlo hecho toda la vida a pie». Casi dos años después, Garzón comienza a dudar de que las caballerías de la Administración sepan galopar».

    (Citado de: https://elpais.com/diario/1987/03/07/ultima/542070009_850215.html )


    Tampoco fue muy afortunado el título que le pusieron a la entrevista que poco antes sacó en la revista «Natura» Teresa Vicetto, redactora en plantilla de dicha revista en aquellos años, a la vez que directora editorial de la revista Quercus y artífice de la versión española de la genial revista El Cárabo, publicación que traduce del original francés La Hulotte, obra de Pierre Dèom, desde 1982, que este año de 2024 llegará en España a su número 100 gracias a la tenacidad de esta periodista, que a pesar de los pocos naturalistas que la conocen, la sigue sacando trimestre a trimestre dado el incalculable valor de esta obra maestra de la divulgación de la naturaleza . (Ver: https://www.elcarabo.com)

    No era la primera vez que Teresa Vicetto sacaba a Suso Garzón en la revista «Natura«. Suya fue también la información de la foto adjunta, en la que contaba la entrevista que Jesús Garzón y otros dirigentes del movimiento ecologista mantuvieron en 1984 en el Palacio de La Moncloa con el entonces presidente, el socialista Felipe González, pidiéndole que pararan las destrucciones que ocasionaba el Ministerio de Agricultura con las excavadoras que aterrazaban los montes españoles para cultivar en ellos pinos y eucaliptos para las industrias papeleras y las de los tableros de conglomerado.

    Teresa Vicetto y Jesús Garzón en un congreso de naturalistas, celebrado en La Granja de San Idelfonso, Segovia, en 1984.
  • Mi primera foto de Suso Garzón

    Mi primera foto de Suso Garzón

    Oía hablar de Suso Garzón, ya desde 1972, a mis amigos y compañeros de andanzas ecologistas en Asturias, Miguel Ángel García Dory y Alfredo Noval como el gran naturalista que era. Sabía también que había participado en el censo de urogallos que por aquellas fechas organizaron Javier Castroviejo y sus colaboradores con Noval y García Dory, pero no conocí personalmente a Suso hasta el 25 de junio de 1977.

    Jesús Garzón con su mujer Isabel Bermejo y nuestro común amigo Miguel Ángel García Dory en Monfragüe en 1990. (Foto: Benigno Varillas).

    Fue en la asamblea ecologista que se celebró en el bosque de Valsaín, Segovia. Estábamos allí reunidos bajo los árboles cuando apareció un joven alto y apuesto, con guerrera de color caquí sobre los hombros, que, interrumpiendo las intervenciones que perfilaban los puntos de un manifiesto ecologista, nos dijo con su vozarrón de arenga, que Monfragüe, la zona más valiosa del monte mediterráneo español, estaba siendo destruida con aterrazamientos para plantar eucaliptos. Pedía que nos movilizáramos para evitarlo.

    La forma de pararlo –dijo– era arrendando una de las fincas de lo que hoy es el Parque Nacional de Monfragüe, de modo que se pudiera ejercer presión desde dentro, con el colectivo de propietarios del territorio, además de las protestas ecologistas.

    Como reportero del diario El País en la asamblea, (además de co-organizador del evento), le hice la foto que acompaña a este texto más arriba, mientras tumbado en la hierba escribía los datos que pe permitieran sacar en el periódico su llamada.

    En El Diario El País ya había anunciado la reunión de Valsaín:


    El País, 24 de junio de 1977
    Congreso ecologista

    El próximo fin de semana se celebrará en La Granja de San Ildefonso, en el bosque de Valsaín, Segovia, una reunión de agrupaciones ecologistas de cinco provincias españolas, en la que se estudiará la posibilidad de constituir la Federación Española del Movimiento Ecologista” (…).  


    «Acudieron una treintena de grupos que se reunieron durante un par de días de forma bucólica bajo los pinos y robles del bosque de Valsaín, en Segovia. Allí se decidió hacer un esfuerzo de convocatoria mayor para, en una posterior asamblea constituyente, con todos los grupos, formalizar la Federación del Movimiento Ecologista español.

    Félix Rodríguez de la Fuente había llevado en esos días a Suso Garzón a la radio, y con él al ingeniero de Montes que debía plantar los eucaliptos, así como a varios paladines de la naturaleza extremeña más, como el ingeniero de la Confederación de la cuenca del Tajo, José Luis Miranda, o el investigador del CSIC en Jaca, Huesca, Pedro Montserrat.

     Félix consiguió arrancar al representante del ICONA, presente en el estudio de RNE, la promesa de que daría marcha atrás en la devastación de lo que hoy es el Parque Nacional de Monfragüe, ya medio destruido con terrazas para plantar eucaliptos, cuyas cicatrices aún son visibles.

    Garzón había escrito a todos sus contactos internacionales para recaudar dos millones de pesetas con los que arrendar una de las fincas de Monfragüe, en la que se proyectaban estas alteraciones, que había que evitar. 

    Uno que recibió el S.O.S. de Suso fue su amigo francés Michel Terrasse, siempre comprometido con la causa de la naturaleza española. Terrasse escribió a Félix, con el que también tenía una gran amistad, preocupándose por el tema de Monfragüe. Rodríguez de la Fuente le contestó»: 


    Querido Michel. Recibo tu atenta carta del 23 de junio acerca del tema de la deforestación del bosque mediterráneo de Extremadura. Llevo varios años luchando para evitar la catástrofe. Conozco muy bien a Jesús Garzón, con el que he colaborado desde hace más de 10 años. Este excelente naturalista de campo, apasionado defensor de la naturaleza ha participado en varios de mis programas de RNE. En el último, celebrado en el mes de junio, reunimos a los más altos representantes de ICONA, las empresas papeleras, los organismos provinciales y los botánicos de la universidad, para llevar a cabo un coloquio de gran difusión acerca del problema extremeño. En la actualidad hemos conseguido desde ADENA que WWF internacional se comprometa a pagar los dos millones de pesetas al año que costaría el arrendamiento de la mejor finca de la zona para evitar cualquier trabajo de degradación

    A cambio de esta ayuda el ICONA se va a comprometer a conseguir en el plazo de tiempo más corto posible la declaración de parque natural. El momento político ha sido muy malo por los cambios en las estructuras administrativas de la nación que no permiten tomar acciones a los organismos oficiales hasta que no se reajusten los diferentes ministerios competentes en el tema de la conservación.

    En mis programas de televisión he dedicado más de trece capítulos al bosque mediterráneo extremeño. Entre ellos te puedo citar “El ciervo”, “El gamo”, “El jabalí”, “El águila imperial”, “El lince”… Todos ellos de la calidad y profundidad de “Los últimos buitres de Europa“ que tú viste en París. Te aseguro que han causado impacto, tanto en el pueblo como en las autoridades.

    Para esta temporada tengo previstos varios programas de radio y de televisión acerca del bosque extremeño porque considero que su conservación es de extraordinaria importancia mundial, comparable a la de Doñana o cualquier otro ecosistema conocido. 

    En Extremadura se encuentran los últimos reductos del bosque mediterráneo ibérico. Su desaparición implicaría la extinción del buitre negro el lince, el águila imperial, la cigüeña negra, etc. sin más posibilidades de supervivencia que las muy exiguas del Coto de Doñana y de Sierra Morena. Tenemos que hacer todo cuanto podamos para evitar que esa gran mancha de encinas, alcornoques, quejigos y robles, de paso a formaciones abióticas de eucaliptus o efímeros regadíos encaminados a desertizar el Oeste español”. 


    «El tema de la destrucción de lo que hoy es el Parque Nacional de Monfragüe para plantar eucaliptos lo abordó en profundidad Félix Rodríguez de la Fuente en varios capítulos de su programa La Aventura de la Vida de RNE. Le dedicó tres horas, en aquella segunda quincena del mes de junio de 1977. 

    Jesús Garzón, llevó la cuestación a la reunión de Valsaín, donde pidió a los asistentes ayuda para reunir los millones que precisaba para arrendar una zona de este enclave, estratégica para proteger la fauna de esta sierra de Cáceres, concretamente la finca de las Corchuelas, en lo que es hoy el Parque Nacional de Monfragüe.

    Le pedí me escribiera en un papel los datos de la llamada y mientras lo hacía, tumbado en la hierba, le saqué la histórica foto:

    Suso Garzón redactando la llamada para salvar Monfragüe. Valsaín, 1977. (Foto@ B Varillas)

    Ni corto ni perezoso, saqué la llamada a la colecta en El País para incrementar la poca recaudación conseguida en la asamblea»:


    El País, 26 junio de 1977
    Colecta para salvar la naturaleza

    Una extensa zona extremeña, donde nidifican la mayoría de las últimas parejas de buitre negro, águila imperial, cigüeña negra y otras especies en peligro de extinción, de incalculable valor biológico, está amenazada por un proyecto anticonservacionista que sólo podría ser evitado con el alquiler de una finca que ocupa la mayor parte de este territorio, uno de los de mayor interés ecológico. El alquiler mencionado se eleva a la cantidad de un millón de pesetas, cifra que ya ha sido cubierta en un 50% con las aportaciones de seis naturalistas y ornitólogos españoles y extranjeros. La Asociación de Estudio y Protección de la Naturaleza, AEPDEN, sita en la calle Campomanes, 3 de Madrid, teléfono 2470166, ha promovido una colecta que permita recoger de aquí al martes tanto las donaciones como préstamos desinteresados que permitan alcanzar la cifra mencionada. 

    (Cita, Benigno Varillas 1977. “Colecta para Monfragüe”. El País Domingo, 26 de junio. https://elpais.com/diario/1977/06/26/sociedad/236124007_850215.html)


    «Garzón y demás ecologistas presentes en Valsaín debieron de pensar, al leer esta noticia, publicada al día siguiente de hablarse el tema en la asamblea, que sacar en El País una nota, pasando el cepillo, era normal. Pues no, no lo era. Ni mucho menos…»

    NOTA: Este texto es un extracto sacado del libro «Luchar lo libre» (Benigno Varillas, 2023). Adquiérelo, para ayudarme a seguir trabajando. Puedes solicitarlo en:

  • “No podría dejar de aceptar un cargo de responsabilidad si el pueblo me llama” dijo Félix a Rosa Montero en 1976

    “No podría dejar de aceptar un cargo de responsabilidad si el pueblo me llama” dijo Félix a Rosa Montero en 1976

    Entrevista de Rosa Montero a Felix Rodríguez de la Fuente

    En los primeros meses de 1976, Rodríguez de la Fuente contesta a Rosa Montero en una entrevista:

    – “Si en algún momento me tentase la política, a la que podría acercarme por mi popularidad, porque dada mi trayectoria es de sobra sabido que yo no me caso con nadie, creo que en estos momentos sería una traición a mi trabajo, a mi dedicación, utilizar el nombre que tengo para otra cosa. No se puede hacer todo a la vez, y creo que en estos momentos tengo la obligación de seguir en donde estoy”.

    – Rosa M.: Dices en estos momentos… ¿y en el futuro?

    Félix: “En un futuro más lejano y dentro de un campo más trascendental como es la conservación de la Naturaleza, yo no podría dejar de aceptar un cargo de responsabilidad si es que el pueblo me llama, cuando el pueblo pueda llamar de verdad, que hoy por hoy (el pueblo) no llama aún, que lo siguen haciendo determinados señores.” 

    Aquí Félix precisa que no quiere un cargo a dedo y solo dejaría todo lo que hacía para trabajar por el futuro común si recibía ese mandato de las urnas, no del Rey, y menos del Presidente del Gobierno designado por el dictador Franco, o por su sucesor el Rey, que en efecto le había manifestado su interés de contar con él, no se sabe a qué nivel, y le contesto precisamente con esa frase de «déjame seguir en donde estoy” alegando que ahí era más útil.

    La periodista y escritora Rosa Montero, entonces una aguerrida joven  de 26 años, entrevistó a una decena de personajes nada más morir el dictador Franco para que hicieran unas declaraciones sobre la situación política en España, que recogió en un libro.

    – Félix: “Se necesita la presencia de nuevas generaciones, ya que cada vez son más los españoles que no estuvieron en la guerra. Si estos nuevos españoles no están marcados por el 1936, si no hay nada que olvidar, nada sobre lo que hacer acto de contricción por una u otra parte, estarán más cualificados para llevar el futuro político del país.”

    – Rosa M.: Tú eres precisamente un español que no vivió la guerra, un español de los que pueden tomar el relevo. ¿Te interesa hacerlo, crees que es un deber, piensas actuar en este sentido de alguna forma, políticamente hablando?

    Félix: “Aceptaría simplemente una responsabilidad política al nivel que fuera dentro del campo de la conservación de la Naturaleza. Creo que he dado un poco en la diana de cómo el hombre debe comportarse para su propia supervivencia, he dedicado mi vida a estos estudios, y creo que si dentro de unos años no se ha puesto coto a estos grupos promotores de determinado desarrollo económico, estos grupos que han convertido a la Costa del Sol en una cloaca, el país entero será un basurero.”

    “No quisiera que la gente pensase al leer esto que quiero ser ministro. Para mí este cargo sería la ruina, piensa que tendría que dejar las series de televisión, los libros, todo. Lo que sucede es que no quiero eludir el compromiso que todos tenemos cara al futuro, sobre todo después de decir que, basta ya de los señores de siempre, y que hace falta savia nueva. Yo estoy dentro de esta denominación. No viví la guerra, no puedo eludir mi deber. Porque ya está bien, hay que acabar con eso de que para ser político en este país haya  que saberse los veintitantos puntos de la Falange o los no sé cuántos puntos del Marxismo. Si no los sé, no tendré que olvidarlos, ¿no te parece?”

    En la entrevista Rodríguez de la Fuente deja claro su apoyo al Rey Juan Carlos, cuestionado por la extrema derecha, cuyo candidato al trono era su primo Alfonso de Borbón, casado con la nieta de Franco:

    “Comienzo por declarar mi admiración, mi profundo afecto y respeto al Rey de España, a quien creo adornado de unas virtudes humanas que le cualifican para garantizar la evolución armoniosa de nuestro sistema político hacia una deseable democracia.”

    Hablando de su posición política Rodríguez de la Fuente dice:

    (…) “En medio de los incorporados al Régimen y los oponentes más o menos exacerbados, entre esos dos colosos (más fuerte el primero, menos el segundo) está el pueblo español, en el que evidentemente me encuadro yo.”

    Rosa Montero sintetiza la impresión que le produce el entrevistado:

    Rodríguez de la Fuente, ecólogo contestatario, pero apolítico. Apolítico, pero monárquico. Partidario de la democracia, pero dentro de un orden. Ni rojos ni azules, sino todo lo contrario una vida tranquila y serena de participación, con muchos lobos triscando por los montes debidamente protegidos, con depuradoras en todas y cada una de las fábricas e industrias, con zonas verdes suficientes.

    En otro momento de la entrevista FélixRodríguez de la Fuente dice:

    “El hecho de que me vean muchos millones de personas hablando de lo mío, el hecho de que me lean en cuarenta idiomas, me hace tremendamente feliz. (…) Defiendo la integridad de la Naturaleza con pasión lo mismo que defendería la vida de mis propias hijas.”

    – Rosa Montero: Que te vean, que te lean… Me suena un tanto a histrionismo todo eso.

    Félix: “Más que histrionismo es una auténtica necesidad de comunicación. Ya cuando estudiaba bachillerato contaba a mis compañeros historias fantásticas. Soy un hombre con verdadera necesidad de comunicación dotado con ciertas armas, como son una facilidad de palabra y pluma, una cierta telegenia… No hay histrionismos, es casi algo genético.”

     Rosa Montero saca la siguiente opinión de Félix: 

     Lo que no hay duda es que Félix Rodríguez de la Fuente se quiere mucho: que se considera un tipo simpático, abierto, humano, vital, brillante, inteligente, justo, bueno y capaz. Que en sus momentos de autocrítica (que no dudo que tendrá, que esto es una pieza fundamental para considerarse justo) los balances le salen siempre favorables. Y así anda por la vida, con espíritu de triunfador y por lo tanto triunfando, arrollándolo todo con ese optimismo vital y reconfortante.

    Un comentario poco amable, ya que el propio Félix advierte a Rosa al inicio de la entrevista que su forma tan intensa de expresarse es fruto de estar convencido de unas ideas que pocos de su generación comparten, de modo que a unos les parece convincente y a otros arrogante, ella se suma a éstos últimos y le critica esa forma de ser. Pero también se da cuenta de que su discurso, de que hay que acabar con la mentalidad neolítica e iniciar la transición ecológica de la sociedad, es una carga de profundidad colocada desde dentro del sistema.

    Rosa M.: Félix, los ecólogos eran considerados hace algunos años como locos. Ahora están empezando a ser peligrosos, ya que chocan con intereses económicos fuertes en su trabajo. Algunos dicen que serán los revolucionarios del futuro. ¿Tú que piensas?

    No era la primera vez que Rosa Montero entrevistaba a Félix Rodríguez de la Fuente. En 1974, cuando Rosa Montero apenas tenía 23 años, publicó  una información en la revista Telva, cuyo recorte reproducimos arriba, que informaba del boicot que en TVE hacían a Félix cambiándole  de forma aleatoria el día y hora de emisión de los primeros programas de la serie El Hombre y la Tierra, de modo que a los telespectadores les era imposible seguirlos.

    Félix: “Yo precisaría este enfoque del contestatario ecológico. El hombre que tiene una visión clara, objetiva y justa de la protección de la Naturaleza y de la ecología choca con intereses creados, efectivamente, con proyectos que a veces representan pingües beneficios elaborados sin tener en cuenta estos problemas ecológicos. Todo hombre que se opone a una carretera, a una central nuclear mal enclavada, a una fábrica sin depuradoras, etcétera, choca con intereses que a veces tienen profundas raíces que se remontan hasta la Administración de los distintos países. Si existe en este sentido un contestatario ecológico, pero que no está adscrito a ninguna etiqueta política, porque ha de enfrentarse a grupos políticos de toda índole, que estos problemas ocurren en Estados Unidos lo mismo que en Rusia. Algunas veces el ecólogo vence a la Administración y otras muchas veces es ésta la que vence. Pero como consecuencia de esta fricción ha habido grupos políticos y contestatarios que se han acogido a la ecología para poner en aprieto a la Administración y echarle más fuego a la subversión política. Y esto no me parece justo ni honrado.”

    Rosa M.: ¿Tú has tenido que enfrentarte muchas veces con la Administración?

    Félix: “En cuanto ha sido necesario por defender un tema ecológico que considero justo y verdadero, he ido hasta las últimas consecuencias y lo haré mil veces. Y así me he opuesto al Ministerio de Obras Públicas repetidas veces, por ejemplo, pero nunca bajo ninguna etiqueta política. La política es la guillotina de la ecología.”

    Esta declaraciones, de «Basta ya de los señores de siempre», y que «hace falta savia nueva», le salieron caras a Félix Rodríguez de la Fuente.

    A los pocos días de publicarse esta entrevista, el director del ICONA, Instituto Nacional para la Conservación de la Naturaleza le dijo a su subdirector, Pepe Lara, que, siguiendo instrucciones «de arriba», comunicara a  Félix que le rescindían el contrato por el cual el ICONA financiaba gran parte de los costes de filmación de la serie ibérica del programa de TVE «El Hombre y la Tierra», de la que apenas si se habían rodado los primeros 13 capítulos. Félix logro ganar tiempo, como explicamos en su biografía, y dos meses mas tarde se salón al cesar el Rey al residente Arias Navarro el 1 de julio de 1976 e iniciar por fin la Transición a la Democracia con Torcuato Fernández Miranda, que ficho a un joven e inexperto Adolfo Suárez para esa difícil misión. (Seguirá)

    Citas extraídas del libro: Rosa Montero. 1 de abril de 1976. “España para ti para siempre”.  Editorial:  AQ EDICIONES. Madrid. 250 páginas.