“No podría dejar de aceptar un cargo de responsabilidad si el pueblo me llama” dijo Félix a Rosa Montero en 1976

Entrevista de Rosa Montero a Felix Rodríguez de la Fuente

En los primeros meses de 1976, Rodríguez de la Fuente contesta a Rosa Montero en una entrevista:

– “Si en algún momento me tentase la política, a la que podría acercarme por mi popularidad, porque dada mi trayectoria es de sobra sabido que yo no me caso con nadie, creo que en estos momentos sería una traición a mi trabajo, a mi dedicación, utilizar el nombre que tengo para otra cosa. No se puede hacer todo a la vez, y creo que en estos momentos tengo la obligación de seguir en donde estoy”.

– Rosa M.: Dices en estos momentos… ¿y en el futuro?

Félix: “En un futuro más lejano y dentro de un campo más trascendental como es la conservación de la Naturaleza, yo no podría dejar de aceptar un cargo de responsabilidad si es que el pueblo me llama, cuando el pueblo pueda llamar de verdad, que hoy por hoy (el pueblo) no llama aún, que lo siguen haciendo determinados señores.” 

Aquí Félix precisa que no quiere un cargo a dedo y solo dejaría todo lo que hacía para trabajar por el futuro común si recibía ese mandato de las urnas, no del Rey, y menos del Presidente del Gobierno designado por el dictador Franco, o por su sucesor el Rey, que en efecto le había manifestado su interés de contar con él, no se sabe a qué nivel, y le contesto precisamente con esa frase de “déjame seguir en donde estoy” alegando que ahí era más útil.

La periodista y escritora Rosa Montero, entonces una aguerrida joven  de 26 años, entrevistó a una decena de personajes nada más morir el dictador Franco para que hicieran unas declaraciones sobre la situación política en España, que recogió en un libro.

– Félix: “Se necesita la presencia de nuevas generaciones, ya que cada vez son más los españoles que no estuvieron en la guerra. Si estos nuevos españoles no están marcados por el 1936, si no hay nada que olvidar, nada sobre lo que hacer acto de contricción por una u otra parte, estarán más cualificados para llevar el futuro político del país.”

– Rosa M.: Tú eres precisamente un español que no vivió la guerra, un español de los que pueden tomar el relevo. ¿Te interesa hacerlo, crees que es un deber, piensas actuar en este sentido de alguna forma, políticamente hablando?

Félix: “Aceptaría simplemente una responsabilidad política al nivel que fuera dentro del campo de la conservación de la Naturaleza. Creo que he dado un poco en la diana de cómo el hombre debe comportarse para su propia supervivencia, he dedicado mi vida a estos estudios, y creo que si dentro de unos años no se ha puesto coto a estos grupos promotores de determinado desarrollo económico, estos grupos que han convertido a la Costa del Sol en una cloaca, el país entero será un basurero.”

“No quisiera que la gente pensase al leer esto que quiero ser ministro. Para mí este cargo sería la ruina, piensa que tendría que dejar las series de televisión, los libros, todo. Lo que sucede es que no quiero eludir el compromiso que todos tenemos cara al futuro, sobre todo después de decir que, basta ya de los señores de siempre, y que hace falta savia nueva. Yo estoy dentro de esta denominación. No viví la guerra, no puedo eludir mi deber. Porque ya está bien, hay que acabar con eso de que para ser político en este país haya  que saberse los veintitantos puntos de la Falange o los no sé cuántos puntos del Marxismo. Si no los sé, no tendré que olvidarlos, ¿no te parece?”

En la entrevista Rodríguez de la Fuente deja claro su apoyo al Rey Juan Carlos, cuestionado por la extrema derecha, cuyo candidato al trono era su primo Alfonso de Borbón, casado con la nieta de Franco:

“Comienzo por declarar mi admiración, mi profundo afecto y respeto al Rey de España, a quien creo adornado de unas virtudes humanas que le cualifican para garantizar la evolución armoniosa de nuestro sistema político hacia una deseable democracia.”

Hablando de su posición política Rodríguez de la Fuente dice:

(…) “En medio de los incorporados al Régimen y los oponentes más o menos exacerbados, entre esos dos colosos (más fuerte el primero, menos el segundo) está el pueblo español, en el que evidentemente me encuadro yo.”

Rosa Montero sintetiza la impresión que le produce el entrevistado:

Rodríguez de la Fuente, ecólogo contestatario, pero apolítico. Apolítico, pero monárquico. Partidario de la democracia, pero dentro de un orden. Ni rojos ni azules, sino todo lo contrario una vida tranquila y serena de participación, con muchos lobos triscando por los montes debidamente protegidos, con depuradoras en todas y cada una de las fábricas e industrias, con zonas verdes suficientes.

En otro momento de la entrevista FélixRodríguez de la Fuente dice:

“El hecho de que me vean muchos millones de personas hablando de lo mío, el hecho de que me lean en cuarenta idiomas, me hace tremendamente feliz. (…) Defiendo la integridad de la Naturaleza con pasión lo mismo que defendería la vida de mis propias hijas.”

– Rosa Montero: Que te vean, que te lean… Me suena un tanto a histrionismo todo eso.

Félix: “Más que histrionismo es una auténtica necesidad de comunicación. Ya cuando estudiaba bachillerato contaba a mis compañeros historias fantásticas. Soy un hombre con verdadera necesidad de comunicación dotado con ciertas armas, como son una facilidad de palabra y pluma, una cierta telegenia… No hay histrionismos, es casi algo genético.”

 Rosa Montero saca la siguiente opinión de Félix: 

 Lo que no hay duda es que Félix Rodríguez de la Fuente se quiere mucho: que se considera un tipo simpático, abierto, humano, vital, brillante, inteligente, justo, bueno y capaz. Que en sus momentos de autocrítica (que no dudo que tendrá, que esto es una pieza fundamental para considerarse justo) los balances le salen siempre favorables. Y así anda por la vida, con espíritu de triunfador y por lo tanto triunfando, arrollándolo todo con ese optimismo vital y reconfortante.

Un comentario poco amable, ya que el propio Félix advierte a Rosa al inicio de la entrevista que su forma tan intensa de expresarse es fruto de estar convencido de unas ideas que pocos de su generación comparten, de modo que a unos les parece convincente y a otros arrogante, ella se suma a éstos últimos y le critica esa forma de ser. Pero también se da cuenta de que su discurso, de que hay que acabar con la mentalidad neolítica e iniciar la transición ecológica de la sociedad, es una carga de profundidad colocada desde dentro del sistema.

Rosa M.: Félix, los ecólogos eran considerados hace algunos años como locos. Ahora están empezando a ser peligrosos, ya que chocan con intereses económicos fuertes en su trabajo. Algunos dicen que serán los revolucionarios del futuro. ¿Tú que piensas?

No era la primera vez que Rosa Montero entrevistaba a Félix Rodríguez de la Fuente. En 1974, cuando Rosa Montero apenas tenía 23 años, publicó  una información en la revista Telva, cuyo recorte reproducimos arriba, que informaba del boicot que en TVE hacían a Félix cambiándole  de forma aleatoria el día y hora de emisión de los primeros programas de la serie El Hombre y la Tierra, de modo que a los telespectadores les era imposible seguirlos.

Félix: “Yo precisaría este enfoque del contestatario ecológico. El hombre que tiene una visión clara, objetiva y justa de la protección de la Naturaleza y de la ecología choca con intereses creados, efectivamente, con proyectos que a veces representan pingües beneficios elaborados sin tener en cuenta estos problemas ecológicos. Todo hombre que se opone a una carretera, a una central nuclear mal enclavada, a una fábrica sin depuradoras, etcétera, choca con intereses que a veces tienen profundas raíces que se remontan hasta la Administración de los distintos países. Si existe en este sentido un contestatario ecológico, pero que no está adscrito a ninguna etiqueta política, porque ha de enfrentarse a grupos políticos de toda índole, que estos problemas ocurren en Estados Unidos lo mismo que en Rusia. Algunas veces el ecólogo vence a la Administración y otras muchas veces es ésta la que vence. Pero como consecuencia de esta fricción ha habido grupos políticos y contestatarios que se han acogido a la ecología para poner en aprieto a la Administración y echarle más fuego a la subversión política. Y esto no me parece justo ni honrado.”

Rosa M.: ¿Tú has tenido que enfrentarte muchas veces con la Administración?

Félix: “En cuanto ha sido necesario por defender un tema ecológico que considero justo y verdadero, he ido hasta las últimas consecuencias y lo haré mil veces. Y así me he opuesto al Ministerio de Obras Públicas repetidas veces, por ejemplo, pero nunca bajo ninguna etiqueta política. La política es la guillotina de la ecología.”

Esta declaraciones, de “Basta ya de los señores de siempre”, y que “hace falta savia nueva”, le salieron caras a Félix Rodríguez de la Fuente.

A los pocos días de publicarse esta entrevista, el director del ICONA, Instituto Nacional para la Conservación de la Naturaleza le dijo a su subdirector, Pepe Lara, que, siguiendo instrucciones “de arriba”, comunicara a  Félix que le rescindían el contrato por el cual el ICONA financiaba gran parte de los costes de filmación de la serie ibérica del programa de TVE “El Hombre y la Tierra”, de la que apenas si se habían rodado los primeros 13 capítulos. Félix logro ganar tiempo, como explicamos en su biografía, y dos meses mas tarde se salón al cesar el Rey al residente Arias Navarro el 1 de julio de 1976 e iniciar por fin la Transición a la Democracia con Torcuato Fernández Miranda, que ficho a un joven e inexperto Adolfo Suárez para esa difícil misión. (Seguirá)

Citas extraídas del libro: Rosa Montero. 1 de abril de 1976. “España para ti para siempre”.  Editorial:  AQ EDICIONES. Madrid. 250 páginas.