Mi primera foto de Suso Garzón

Oía hablar de Suso Garzón, ya desde 1972, a mis amigos y compañeros de andanzas ecologistas en Asturias, Miguel Ángel García Dory y Alfredo Noval como el gran naturalista que era. Sabía también que había participado en el censo de urogallos que por aquellas fechas organizaron Javier Castroviejo y sus colaboradores con Noval y García Dory, pero no conocí personalmente a Suso hasta el 25 de junio de 1977.

Jesús Garzón con su mujer Isabel Bermejo y nuestro común amigo Miguel Ángel García Dory en Monfragüe en 1990. (Foto: Benigno Varillas).

Fue en la asamblea ecologista que se celebró en el bosque de Valsaín, Segovia. Estábamos allí reunidos bajo los árboles cuando apareció un joven alto y apuesto, con guerrera de color caquí sobre los hombros, que, interrumpiendo las intervenciones que perfilaban los puntos de un manifiesto ecologista, nos dijo con su vozarrón de arenga, que Monfragüe, la zona más valiosa del monte mediterráneo español, estaba siendo destruida con aterrazamientos para plantar eucaliptos. Pedía que nos movilizáramos para evitarlo.

La forma de pararlo –dijo– era arrendando una de las fincas de lo que hoy es el Parque Nacional de Monfragüe, de modo que se pudiera ejercer presión desde dentro, con el colectivo de propietarios del territorio, además de las protestas ecologistas.

Como reportero del diario El País en la asamblea, (además de co-organizador del evento), le hice la foto que acompaña a este texto más arriba, mientras tumbado en la hierba escribía los datos que pe permitieran sacar en el periódico su llamada.

En El Diario El País ya había anunciado la reunión de Valsaín:


El País, 24 de junio de 1977
Congreso ecologista

El próximo fin de semana se celebrará en La Granja de San Ildefonso, en el bosque de Valsaín, Segovia, una reunión de agrupaciones ecologistas de cinco provincias españolas, en la que se estudiará la posibilidad de constituir la Federación Española del Movimiento Ecologista” (…).  


«Acudieron una treintena de grupos que se reunieron durante un par de días de forma bucólica bajo los pinos y robles del bosque de Valsaín, en Segovia. Allí se decidió hacer un esfuerzo de convocatoria mayor para, en una posterior asamblea constituyente, con todos los grupos, formalizar la Federación del Movimiento Ecologista español.

Félix Rodríguez de la Fuente había llevado en esos días a Suso Garzón a la radio, y con él al ingeniero de Montes que debía plantar los eucaliptos, así como a varios paladines de la naturaleza extremeña más, como el ingeniero de la Confederación de la cuenca del Tajo, José Luis Miranda, o el investigador del CSIC en Jaca, Huesca, Pedro Montserrat.

 Félix consiguió arrancar al representante del ICONA, presente en el estudio de RNE, la promesa de que daría marcha atrás en la devastación de lo que hoy es el Parque Nacional de Monfragüe, ya medio destruido con terrazas para plantar eucaliptos, cuyas cicatrices aún son visibles.

Garzón había escrito a todos sus contactos internacionales para recaudar dos millones de pesetas con los que arrendar una de las fincas de Monfragüe, en la que se proyectaban estas alteraciones, que había que evitar. 

Uno que recibió el S.O.S. de Suso fue su amigo francés Michel Terrasse, siempre comprometido con la causa de la naturaleza española. Terrasse escribió a Félix, con el que también tenía una gran amistad, preocupándose por el tema de Monfragüe. Rodríguez de la Fuente le contestó»: 


Querido Michel. Recibo tu atenta carta del 23 de junio acerca del tema de la deforestación del bosque mediterráneo de Extremadura. Llevo varios años luchando para evitar la catástrofe. Conozco muy bien a Jesús Garzón, con el que he colaborado desde hace más de 10 años. Este excelente naturalista de campo, apasionado defensor de la naturaleza ha participado en varios de mis programas de RNE. En el último, celebrado en el mes de junio, reunimos a los más altos representantes de ICONA, las empresas papeleras, los organismos provinciales y los botánicos de la universidad, para llevar a cabo un coloquio de gran difusión acerca del problema extremeño. En la actualidad hemos conseguido desde ADENA que WWF internacional se comprometa a pagar los dos millones de pesetas al año que costaría el arrendamiento de la mejor finca de la zona para evitar cualquier trabajo de degradación

A cambio de esta ayuda el ICONA se va a comprometer a conseguir en el plazo de tiempo más corto posible la declaración de parque natural. El momento político ha sido muy malo por los cambios en las estructuras administrativas de la nación que no permiten tomar acciones a los organismos oficiales hasta que no se reajusten los diferentes ministerios competentes en el tema de la conservación.

En mis programas de televisión he dedicado más de trece capítulos al bosque mediterráneo extremeño. Entre ellos te puedo citar “El ciervo”, “El gamo”, “El jabalí”, “El águila imperial”, “El lince”… Todos ellos de la calidad y profundidad de “Los últimos buitres de Europa“ que tú viste en París. Te aseguro que han causado impacto, tanto en el pueblo como en las autoridades.

Para esta temporada tengo previstos varios programas de radio y de televisión acerca del bosque extremeño porque considero que su conservación es de extraordinaria importancia mundial, comparable a la de Doñana o cualquier otro ecosistema conocido. 

En Extremadura se encuentran los últimos reductos del bosque mediterráneo ibérico. Su desaparición implicaría la extinción del buitre negro el lince, el águila imperial, la cigüeña negra, etc. sin más posibilidades de supervivencia que las muy exiguas del Coto de Doñana y de Sierra Morena. Tenemos que hacer todo cuanto podamos para evitar que esa gran mancha de encinas, alcornoques, quejigos y robles, de paso a formaciones abióticas de eucaliptus o efímeros regadíos encaminados a desertizar el Oeste español”. 


«El tema de la destrucción de lo que hoy es el Parque Nacional de Monfragüe para plantar eucaliptos lo abordó en profundidad Félix Rodríguez de la Fuente en varios capítulos de su programa La Aventura de la Vida de RNE. Le dedicó tres horas, en aquella segunda quincena del mes de junio de 1977. 

Jesús Garzón, llevó la cuestación a la reunión de Valsaín, donde pidió a los asistentes ayuda para reunir los millones que precisaba para arrendar una zona de este enclave, estratégica para proteger la fauna de esta sierra de Cáceres, concretamente la finca de las Corchuelas, en lo que es hoy el Parque Nacional de Monfragüe.

Le pedí me escribiera en un papel los datos de la llamada y mientras lo hacía, tumbado en la hierba, le saqué la histórica foto:

Suso Garzón redactando la llamada para salvar Monfragüe. Valsaín, 1977. (Foto@ B Varillas)

Ni corto ni perezoso, saqué la llamada a la colecta en El País para incrementar la poca recaudación conseguida en la asamblea»:


El País, 26 junio de 1977
Colecta para salvar la naturaleza

Una extensa zona extremeña, donde nidifican la mayoría de las últimas parejas de buitre negro, águila imperial, cigüeña negra y otras especies en peligro de extinción, de incalculable valor biológico, está amenazada por un proyecto anticonservacionista que sólo podría ser evitado con el alquiler de una finca que ocupa la mayor parte de este territorio, uno de los de mayor interés ecológico. El alquiler mencionado se eleva a la cantidad de un millón de pesetas, cifra que ya ha sido cubierta en un 50% con las aportaciones de seis naturalistas y ornitólogos españoles y extranjeros. La Asociación de Estudio y Protección de la Naturaleza, AEPDEN, sita en la calle Campomanes, 3 de Madrid, teléfono 2470166, ha promovido una colecta que permita recoger de aquí al martes tanto las donaciones como préstamos desinteresados que permitan alcanzar la cifra mencionada. 

(Cita, Benigno Varillas 1977. “Colecta para Monfragüe”. El País Domingo, 26 de junio. https://elpais.com/diario/1977/06/26/sociedad/236124007_850215.html)


«Garzón y demás ecologistas presentes en Valsaín debieron de pensar, al leer esta noticia, publicada al día siguiente de hablarse el tema en la asamblea, que sacar en El País una nota, pasando el cepillo, era normal. Pues no, no lo era. Ni mucho menos…»

NOTA: Este texto es un extracto sacado del libro «Luchar lo libre» (Benigno Varillas, 2023). Adquiérelo, para ayudarme a seguir trabajando. Puedes solicitarlo en: