Autor: Wild Europe

  • El titular que deshizo el apoyo de BV a Suso Garzón en 1987

    El titular que deshizo el apoyo de BV a Suso Garzón en 1987

    Jesús Garzón y Benigno Varillas en una reunión en 2007.

    A veces un titular imprevisto echa por tierra toda una labor de apoyo bienintencionada. Fue el caso de este artículo, publicado por Benigno Varillas en la última página de contraportada del diario El País, con fecha de  7 de marzo de 1987.

    Estaba Suso acosado por algunos políticos de la Junta de Extremadura que le querían quitar del cargo de director general de Medio Ambiente y decidí escribir un artículo que dejara claro quién era y en qué medida se le apoyaba desde el entonces más poderoso medio de comunicación de España.

    Salir en «la última» del diario El País en los años 70 y 80 consagraba al que fuera tratado como un héroe y mandaba al infierno al que se le desvelara como un villano.

    Cometí la torpeza de redactar un subtítulo demasiado largo y cuando tocó maquetarlo la redactora que estaba de guardia, quitó el que yo había escrito y puso otro que al día siguiente fue blandido en una reunión de consejeros de la Junta de Extremadura diciendo, «veis, hasta El País afirma que Garzón no vale para político», ignorando lo que yo escribí en el texto, con lo que en lugar de servirle el salvavidas para que no le hundieran, le dio en toda la cabeza y lo acabó de hundir del todo.

    No digo que el cese de Garzón fuera culpa mía, y ni siquiera de la redactora (Quina Prades) a la que se le ocurrió el subtitulo en ausencia mía, cuando yo ya me había ido de la redacción y ella se quedó de guardia para ayudar a los maquetistas a encajar los textos si faltaba o sobran alguna línea o palabra para ajustar la maqueta.

    Quina redactó el subtitulo «Un ecologista que no vale para político» como un piropo, en el sentido de que aún quedaran en este mundo personas tan íntegras que no servían para las luchas intestinas que se traen los políticos para acceder al poder. Pero la brevedad de la línea permitía otra lectura, de que Suso no servía, literalmente. He aquí el texto:


    Jesús Garzón Heydt

    Un ecologista que no vale para político

    Benigno Varillas, Madrid, 7 de marzo de 1987.

    «El nombramiento de Jesús Garzón como director general del Medio Ambiente de Extremadura fue recibido en el movimiento ecologista como la más clara manifestación de la voluntad del PSOE de asumir la filosofía de protección de los recursos naturales. Año y medio después de ocupar su cargo, Garzón, conocido por su espíritu indomable, ha presentado su dimisión. La burocracia y las malas artes de algunos políticos le tienen maniatado y su esperanza de que algo cambiara en la gestión de la naturaleza parece frustrarse. La Junta de Extremadura, no obstante, ha rechazado su dimisión

    Este hombre de 38 años, que eleva su mirada de niño inocente por encima de los 1,80 metros, es la única persona cuya opinión ha sido siempre acatada por los cientos de grupos de defensa de la naturaleza. Su gran experiencia de campo hace que su voz se imponga en las tumultuosas asambleas y congresos de los conservacionistas. Por algo es el naturalista más legendario de Europa. Así se le reconoció en el homenaje que le hizo la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), organización que agrupa a 58 Estados y más de 500 entidades no gubernamentales, en su último congreso, en agradecimiento por su tenaz protección de la naturaleza ibérica.

    La figura mítica de Garzón nació cuando Félix Rodriguez de la Fuente transcribió en una de sus obras de divulgación el, en sus palabras, «único estudio serio sobre el lince, de enorme valor, escrito por el joven naturalista Jesús Garzón Heydt» Era el año 1971, poco después de que Garzón hubiera abandonado la facultad de Biología de Madrid para estudiar la naturaleza en el campo. A partir de entonces, las águilas, los osos, los buitres, los linces, los urogallos fueron sus maestros, junto con la gente del campo, pastores, artesanos y tramperos. De Pirineos a Doñana, de los Ancares a Gredos, del mar Cantábrico a los montes de Toledo, no quedó espacio de valor ecológico que no fuera hollado por Garzón.

    Su paso del estudio de la naturaleza a la lucha por la conservación ocurrió en 1975. Estaba elaborando un informe para la UICN sobre la fauna de lo que hoy es el parque natural de Monfragüe, en Cáceres, un valle en el que pululan más de 300 especies de vertebrados. Un día, la paz de los bosques de encinas y madroños se vio interrumpida por atronadoras máquinas excavadoras que de buenas a primeras comenzaron a roturar aquellas sierras para plantar ecucaliptos.

    Garzón inició una intensa batalla para salvar un espacio natural, objetivo que consiguió al cabo de tres años. Este éxito no fue ajeno a su nombramiento como director general del Medio Ambiente poco después de que los socialistas llegaran al poder en Extremadura. El político que fue capaz de convencer a Garzón para que abandonara su envidiada libertad y se sentara en un despacho fue Juan Serna, consejero de Obras Públicas, que hace siete meses dimitió de su cargo por su oposición a las centrales nucleares. La noticia de que el hombre que se pasaba la vida correteando por las sierras y los llanos, durmiendo bajo las estrellas, acechando al lobo o siguiendo el rastro de la nutria iba a encerrarse entre cuatro paredes provocó sorpresa. «Merece la pena», repetía Garzón a los incrédulos, “es como luchar a caballo después de haberlo hecho toda la vida a pie». Casi dos años después, Garzón comienza a dudar de que las caballerías de la Administración sepan galopar».

    (Citado de: https://elpais.com/diario/1987/03/07/ultima/542070009_850215.html )


    Tampoco fue muy afortunado el título que le pusieron a la entrevista que poco antes sacó en la revista «Natura» Teresa Vicetto, redactora en plantilla de dicha revista en aquellos años, a la vez que directora editorial de la revista Quercus y artífice de la versión española de la genial revista El Cárabo, publicación que traduce del original francés La Hulotte, obra de Pierre Dèom, desde 1982, que este año de 2024 llegará en España a su número 100 gracias a la tenacidad de esta periodista, que a pesar de los pocos naturalistas que la conocen, la sigue sacando trimestre a trimestre dado el incalculable valor de esta obra maestra de la divulgación de la naturaleza . (Ver: https://www.elcarabo.com)

    No era la primera vez que Teresa Vicetto sacaba a Suso Garzón en la revista «Natura«. Suya fue también la información de la foto adjunta, en la que contaba la entrevista que Jesús Garzón y otros dirigentes del movimiento ecologista mantuvieron en 1984 en el Palacio de La Moncloa con el entonces presidente, el socialista Felipe González, pidiéndole que pararan las destrucciones que ocasionaba el Ministerio de Agricultura con las excavadoras que aterrazaban los montes españoles para cultivar en ellos pinos y eucaliptos para las industrias papeleras y las de los tableros de conglomerado.

    Teresa Vicetto y Jesús Garzón en un congreso de naturalistas, celebrado en La Granja de San Idelfonso, Segovia, en 1984.
  • “No podría dejar de aceptar un cargo de responsabilidad si el pueblo me llama” dijo Félix a Rosa Montero en 1976

    “No podría dejar de aceptar un cargo de responsabilidad si el pueblo me llama” dijo Félix a Rosa Montero en 1976

    Entrevista de Rosa Montero a Felix Rodríguez de la Fuente

    En los primeros meses de 1976, Rodríguez de la Fuente contesta a Rosa Montero en una entrevista:

    – “Si en algún momento me tentase la política, a la que podría acercarme por mi popularidad, porque dada mi trayectoria es de sobra sabido que yo no me caso con nadie, creo que en estos momentos sería una traición a mi trabajo, a mi dedicación, utilizar el nombre que tengo para otra cosa. No se puede hacer todo a la vez, y creo que en estos momentos tengo la obligación de seguir en donde estoy”.

    – Rosa M.: Dices en estos momentos… ¿y en el futuro?

    Félix: “En un futuro más lejano y dentro de un campo más trascendental como es la conservación de la Naturaleza, yo no podría dejar de aceptar un cargo de responsabilidad si es que el pueblo me llama, cuando el pueblo pueda llamar de verdad, que hoy por hoy (el pueblo) no llama aún, que lo siguen haciendo determinados señores.” 

    Aquí Félix precisa que no quiere un cargo a dedo y solo dejaría todo lo que hacía para trabajar por el futuro común si recibía ese mandato de las urnas, no del Rey, y menos del Presidente del Gobierno designado por el dictador Franco, o por su sucesor el Rey, que en efecto le había manifestado su interés de contar con él, no se sabe a qué nivel, y le contesto precisamente con esa frase de «déjame seguir en donde estoy” alegando que ahí era más útil.

    La periodista y escritora Rosa Montero, entonces una aguerrida joven  de 26 años, entrevistó a una decena de personajes nada más morir el dictador Franco para que hicieran unas declaraciones sobre la situación política en España, que recogió en un libro.

    – Félix: “Se necesita la presencia de nuevas generaciones, ya que cada vez son más los españoles que no estuvieron en la guerra. Si estos nuevos españoles no están marcados por el 1936, si no hay nada que olvidar, nada sobre lo que hacer acto de contricción por una u otra parte, estarán más cualificados para llevar el futuro político del país.”

    – Rosa M.: Tú eres precisamente un español que no vivió la guerra, un español de los que pueden tomar el relevo. ¿Te interesa hacerlo, crees que es un deber, piensas actuar en este sentido de alguna forma, políticamente hablando?

    Félix: “Aceptaría simplemente una responsabilidad política al nivel que fuera dentro del campo de la conservación de la Naturaleza. Creo que he dado un poco en la diana de cómo el hombre debe comportarse para su propia supervivencia, he dedicado mi vida a estos estudios, y creo que si dentro de unos años no se ha puesto coto a estos grupos promotores de determinado desarrollo económico, estos grupos que han convertido a la Costa del Sol en una cloaca, el país entero será un basurero.”

    “No quisiera que la gente pensase al leer esto que quiero ser ministro. Para mí este cargo sería la ruina, piensa que tendría que dejar las series de televisión, los libros, todo. Lo que sucede es que no quiero eludir el compromiso que todos tenemos cara al futuro, sobre todo después de decir que, basta ya de los señores de siempre, y que hace falta savia nueva. Yo estoy dentro de esta denominación. No viví la guerra, no puedo eludir mi deber. Porque ya está bien, hay que acabar con eso de que para ser político en este país haya  que saberse los veintitantos puntos de la Falange o los no sé cuántos puntos del Marxismo. Si no los sé, no tendré que olvidarlos, ¿no te parece?”

    En la entrevista Rodríguez de la Fuente deja claro su apoyo al Rey Juan Carlos, cuestionado por la extrema derecha, cuyo candidato al trono era su primo Alfonso de Borbón, casado con la nieta de Franco:

    “Comienzo por declarar mi admiración, mi profundo afecto y respeto al Rey de España, a quien creo adornado de unas virtudes humanas que le cualifican para garantizar la evolución armoniosa de nuestro sistema político hacia una deseable democracia.”

    Hablando de su posición política Rodríguez de la Fuente dice:

    (…) “En medio de los incorporados al Régimen y los oponentes más o menos exacerbados, entre esos dos colosos (más fuerte el primero, menos el segundo) está el pueblo español, en el que evidentemente me encuadro yo.”

    Rosa Montero sintetiza la impresión que le produce el entrevistado:

    Rodríguez de la Fuente, ecólogo contestatario, pero apolítico. Apolítico, pero monárquico. Partidario de la democracia, pero dentro de un orden. Ni rojos ni azules, sino todo lo contrario una vida tranquila y serena de participación, con muchos lobos triscando por los montes debidamente protegidos, con depuradoras en todas y cada una de las fábricas e industrias, con zonas verdes suficientes.

    En otro momento de la entrevista FélixRodríguez de la Fuente dice:

    “El hecho de que me vean muchos millones de personas hablando de lo mío, el hecho de que me lean en cuarenta idiomas, me hace tremendamente feliz. (…) Defiendo la integridad de la Naturaleza con pasión lo mismo que defendería la vida de mis propias hijas.”

    – Rosa Montero: Que te vean, que te lean… Me suena un tanto a histrionismo todo eso.

    Félix: “Más que histrionismo es una auténtica necesidad de comunicación. Ya cuando estudiaba bachillerato contaba a mis compañeros historias fantásticas. Soy un hombre con verdadera necesidad de comunicación dotado con ciertas armas, como son una facilidad de palabra y pluma, una cierta telegenia… No hay histrionismos, es casi algo genético.”

     Rosa Montero saca la siguiente opinión de Félix: 

     Lo que no hay duda es que Félix Rodríguez de la Fuente se quiere mucho: que se considera un tipo simpático, abierto, humano, vital, brillante, inteligente, justo, bueno y capaz. Que en sus momentos de autocrítica (que no dudo que tendrá, que esto es una pieza fundamental para considerarse justo) los balances le salen siempre favorables. Y así anda por la vida, con espíritu de triunfador y por lo tanto triunfando, arrollándolo todo con ese optimismo vital y reconfortante.

    Un comentario poco amable, ya que el propio Félix advierte a Rosa al inicio de la entrevista que su forma tan intensa de expresarse es fruto de estar convencido de unas ideas que pocos de su generación comparten, de modo que a unos les parece convincente y a otros arrogante, ella se suma a éstos últimos y le critica esa forma de ser. Pero también se da cuenta de que su discurso, de que hay que acabar con la mentalidad neolítica e iniciar la transición ecológica de la sociedad, es una carga de profundidad colocada desde dentro del sistema.

    Rosa M.: Félix, los ecólogos eran considerados hace algunos años como locos. Ahora están empezando a ser peligrosos, ya que chocan con intereses económicos fuertes en su trabajo. Algunos dicen que serán los revolucionarios del futuro. ¿Tú que piensas?

    No era la primera vez que Rosa Montero entrevistaba a Félix Rodríguez de la Fuente. En 1974, cuando Rosa Montero apenas tenía 23 años, publicó  una información en la revista Telva, cuyo recorte reproducimos arriba, que informaba del boicot que en TVE hacían a Félix cambiándole  de forma aleatoria el día y hora de emisión de los primeros programas de la serie El Hombre y la Tierra, de modo que a los telespectadores les era imposible seguirlos.

    Félix: “Yo precisaría este enfoque del contestatario ecológico. El hombre que tiene una visión clara, objetiva y justa de la protección de la Naturaleza y de la ecología choca con intereses creados, efectivamente, con proyectos que a veces representan pingües beneficios elaborados sin tener en cuenta estos problemas ecológicos. Todo hombre que se opone a una carretera, a una central nuclear mal enclavada, a una fábrica sin depuradoras, etcétera, choca con intereses que a veces tienen profundas raíces que se remontan hasta la Administración de los distintos países. Si existe en este sentido un contestatario ecológico, pero que no está adscrito a ninguna etiqueta política, porque ha de enfrentarse a grupos políticos de toda índole, que estos problemas ocurren en Estados Unidos lo mismo que en Rusia. Algunas veces el ecólogo vence a la Administración y otras muchas veces es ésta la que vence. Pero como consecuencia de esta fricción ha habido grupos políticos y contestatarios que se han acogido a la ecología para poner en aprieto a la Administración y echarle más fuego a la subversión política. Y esto no me parece justo ni honrado.”

    Rosa M.: ¿Tú has tenido que enfrentarte muchas veces con la Administración?

    Félix: “En cuanto ha sido necesario por defender un tema ecológico que considero justo y verdadero, he ido hasta las últimas consecuencias y lo haré mil veces. Y así me he opuesto al Ministerio de Obras Públicas repetidas veces, por ejemplo, pero nunca bajo ninguna etiqueta política. La política es la guillotina de la ecología.”

    Esta declaraciones, de «Basta ya de los señores de siempre», y que «hace falta savia nueva», le salieron caras a Félix Rodríguez de la Fuente.

    A los pocos días de publicarse esta entrevista, el director del ICONA, Instituto Nacional para la Conservación de la Naturaleza le dijo a su subdirector, Pepe Lara, que, siguiendo instrucciones «de arriba», comunicara a  Félix que le rescindían el contrato por el cual el ICONA financiaba gran parte de los costes de filmación de la serie ibérica del programa de TVE «El Hombre y la Tierra», de la que apenas si se habían rodado los primeros 13 capítulos. Félix logro ganar tiempo, como explicamos en su biografía, y dos meses mas tarde se salón al cesar el Rey al residente Arias Navarro el 1 de julio de 1976 e iniciar por fin la Transición a la Democracia con Torcuato Fernández Miranda, que ficho a un joven e inexperto Adolfo Suárez para esa difícil misión. (Seguirá)

    Citas extraídas del libro: Rosa Montero. 1 de abril de 1976. “España para ti para siempre”.  Editorial:  AQ EDICIONES. Madrid. 250 páginas.

  • El Gobierno de Transición Ecológica que el ecologismo impidió en 1977

    El Gobierno de Transición Ecológica que el ecologismo impidió en 1977

    Desarrollo sostenible, el programa de gobierno de Rodríguez de la Fuente ¿tendrá una segunda esperanza con Tamames?

    En 1977 España estuvo cerca de tener una especie de Gobierno de Salvación Nacional, o de Gran Coalición, capaz de unir fuerzas sociales de distintas ideologías para hacer la transición ecológica de la economía, que es el que hubiera formado Félix R. de la Fuente, ajeno a los partidos y a las diferentes ideologías, de haberse presentado y ganado las elecciones . 

    Las innovadoras ideas de un posible Gobierno de Transición Ecológica formado por Félix Rodríguez de la Fuente y apoyado por Naciones Unidas y otras entidades internacionales, fueron desaprovechadas en 1977. ¿Podrán recuperarlas quienes sumen mayoría en 2023?

    Hemos hecho un ejercicio de reflexión sobre las propuestas que Félix Rodríguez de la Fuente fue desgranando en su obra sobre cómo hubiera enfocado él el futuro, y nos salen los siguientes puntos programáticos, abiertos a debate, de los muchos que podrían añadirse a un programa de Gobierno para una Transición Ecológica:

    Propuestas 

    Plan de robotización y digitalización para que, con la reducción de la población que se está operando en España de forma natural, no peligren las pensiones.

    Plan para reducir población a nivel mundial, primando tener un único descendiente y penalizando tener más de dos.

    Potenciar el ubicar en el medio rural abandonado una economía de industria digital cultural que desarrolle tecnología de realidad virtual, inteligencia artificial y otros campos emergentes de la sociedad de la información.

    Recolonizar la España vacía con conservacionistas nómadas digitales que vivan del teletrabajo y residan temporalmente en zonas naturales a condición de ayudar a su recuperación y gestión.

    Legalizar un sistema de tele–enseñanza de primaria y secundaria en bosque–escuelas para niños en zonas remotas.

    Recuperar poblaciones de fauna y flora salvaje en la mitad del país, la España Vacía de población humana.

    Reconvertir explotaciones ganaderas y agrarias en territorios vacíos de población humana a actividades económicas rentables.

    Reducir el consumo de energía con medidas de reconversión de las industrias y las manufacturas más consumidoras de energía.

     

     

     

     

  • Rodríguez de la Fuente habría aglutinado  a electores y líderes de izquierda y de derecha, entre ellos a su amigo Ramón Tamames

    Rodríguez de la Fuente habría aglutinado  a electores y líderes de izquierda y de derecha, entre ellos a su amigo Ramón Tamames

    Hay un cierto paralelismo entre la sorprendente propuesta de Vox, para que Ramón Tamames elabore el programa de Gobierno y lidere una moción de censura al Gobierno de Sánchez, y el ofrecimiento del Partido Ecológico de 1977 a Félix Rodríguez de la Fuente, para que se presentara como cabeza de lista a las elecciones generales del 15 de junio de 1977.

    Aquel partido Ecológico fue fundado en 1977 por personas de la derecha. Su portavoz y cabeza de lista, el periodista del Ministerio de Agricultura y posteriormente profesor de la Facultad de CC de la Información de la Universidad Complutense de Madrid, Fernando Javier Enebral Casares, entraría más tarde en la Alianza Popular de Manuel Fraga, y el que registró el Partido Ecológico, el abogado Damián Téllez de Peralta, es hoy de Vox.

    No sabemos si los impulsores  del Partido Ecológico de 1977 eran conscientes de las ideas de Rodríguez de la Fuente, quien defendía que el Gobierno fundamentara sus decisiones en criterios científicos y más objetivos posibles. Su Gobierno hubiera sido un equipo basado más en científicos que en políticos, capaz de desarrollar un programa de Transición Ecológica. Que los españoles hubieran podido votar un programa así, en alternativa al Gobierno de Suárez, hubiera sido revolucionario.

    Un Gobierno de mujeres y hombres de ciencia, intelectuales y pensadores, con más miras que las de satisfacer a lo más ricos, como hace el PP, o a los más pobres, como hace Podemos, olvidándose de los grandes retos, que es el de que la lógica evolutiva indica desde hace tiempos que vamos a (y hemos de, con lo cual en lugar de lamentarnos deberíamos estar agradecidos) reducir la población de España y del Mundo a la mitad en unas pocas décadas; dedicar la mitad de la Tierra a recuperar la capacidad genesíaca del Planeta (la España Vacía es el estado natural del territorio, lo anómalo es la España petada) y su capacidad de producir aire limpio, agua potable, tierra y mares fértiles, biodiversidad, tecnología y la armonía que necesita la mente humana cuando huye de las megápolis en las que hemos decidido vivir, o las fuerzas evolutivas neolíticas nos conducen ello, lo que si está claro en que la mayoría queremos aglutinarnos; eliminar las naciones; ir a una lengua y un Gobierno universal; desarrollar la tecnología para hacer agradable la vida, no para aplicarla al armamentismo, etc.

    Es muy curioso que quienes plantearon la necesidad de la ONU, la Unesco y la UICN, del pensamiento global y ecológico, en 1945, fueran británicos y suizos de la alta sociedad, así como magnates como Rockefeller o Príncipes como Bernardo de Holanda, co-fundador del Club Bilderberg en 1954 y del WWF, Fondo Mundial para la Vida Savaje, en 1961. El pensamiento ecologista nace en los palacios y salones de los clubes elitistas de Europa, por más que nos pese a los que a partir de 1970 iniciamos su versión popular desde la base.

    En España no tuvimos un núcleo intelectual como el que formaron en Europa y América del Norte los Julian Huxley, Max Nicholson, Luc Hoffmann, David Rockefeller, Peter Scott, Aurelio Peccei, Erdward Goldsmith, Maurice Strong, Weizäcker, Brundtland, etc. pero tuvimos a un Félix Rodríguez de la Fuente, capaz de generar en España la conciencia de la necesidad de un cambio de dirección. 

    Félix Rodríguez de la Fuente nació y creció en el bando vencedor de la Guerra Civil española. Estuvo siempre rodeado del franquismo más rancio, pero nunca entró en sus estructuras. Tampoco en las de la oposición a la dictadura, como si hizo Tamames, cinco años más joven que él. 

    Desde joven, Rodríguez de la Fuente al que se «adscribió» fue al «bando» de los españoles magdalenienses, los que pintaron Altamira, hombres y mujeres libres, anteriores al fenómeno de la domesticación, extinguidos en libertad hace 5.000 años. Ese remontarse a tiempo y pensamiento tan antiguo como desconocido, hizo que, incluso hoy su enfoque sea difícil de comprender en su plenitud y trascendencia por el común de los humanos neolitizados. Pero esa era la ideología que Rodríguez de la Fuente predicó, e inoculó a decenas de miles de niños, los únicos capaces de captar ese mensaje, aunque al morir él cuando aún no habíamos madurado, lo tergiversáramos al quedarnos a medias.

    Si Rodríguez de la Fuente se hubiera presentado a las elecciones generales de 1977, con bastante probabilidad las hubiera ganado, 1. por tener el respaldo internacional de la Casa Blanca y de altas esferas del poder, como el Club Bilderberg, 2. por tener un programa de desarrollo sostenible redactado por Naciones Unidos con un equipo internacional de científicos y estrategas de la Transición Ecológica y 3. por ser seguido por millones de españoles que confiaban en él. Habría iniciado en 1977 la política de transición ecológica que no pudieron, o no quisieron, o lo que es más probable, no sabían, ya no hacer, sino que existiera tal posibilidad, los políticos de mentalidad domesticada, neolítica hasta las trancas, de UCD, PSOE y PP.

    En el libro que presentó Ramón Tamames en el Jardín Botánico de Madrid el pasado 31 de enero de 2023 Luchar Lo Libre I, 1977, cuando el ecologismo pudo ganar las elecciones con Félix R. de la Fuente” (pulsa en el título para adquirir esa obra y pulsa aquí para ver la entrada anterior sobre la intervención de Tamames en el acto) se recoge información sobre lo ocurrido en 1977 para interpretar la oportunidad que perdimos cuando el movimiento ecologista decidió pegarse un tiro en el pie oponiéndose a que Félix Rodríguez de la Fuente se presentara a las elecciones en una oportunidad como aquella, cuando todo era posible.